EL FUTURO DE LA TECNOLOGIA
Ordenadores: Quizá la primera pregunta en plantearse es si seguirán existiendo los ordenadores dentro de 10 años, teniendo en cuenta que cada vez utilizamos más sistemas móviles o portátiles.
Hemos preguntado a la industria y todos tienen claro que el ordenador seguirá existiendo en 2025. Otra cosa es cómo será ese sistema, puesto que seguirá evolucionando para ser cada vez más invisibles para el usuario y formar parte de su día a día de un modo natural.
Las redes sociales: Al parecer, el futuro también nos augura un crecimiento de las redes sociales de temáticas específicas, que tienen como objetivo unir a gente con los mismos gustos, aficiones y necesidades. De hecho, todo apunta a que las redes comenzarán a utilizar formatos más abiertos para poder llegar a un mayor número de personas y, más importante aún, a usuarios semejantes a nosotros. Y no solo esto, sino que también nos relacionará con compañías que utilizarán estos datos para ofrecernos servicios y productos de manera personalizada, algo que ya se está comenzado a hacer.
Tecnología móvil: Parece que el camino va a ser la conexión directa entre nuestro cerebro y la tecnología, es decir, convertirnos en androides. Elon Musk presentó hace poco su enésimo proyecto, Neuralink, que pretende investigar acerca de las posibilidades de un encaje neuronal que sirva de puerto para conectar el cerebro con un ordenador de forma bidireccional. Y parece que Elon no es el único genio que cree que esto sea posible. A partir de aquí las posibilidades son infinitas, la pregunta no es tanto si será posible sino más bien cuándo será posible.
Domótica: La domótica es un conjunto de técnicas orientadas a automatizar las tareas domesticas. Junto al Smartphone que sigue siendo la llave del hogar digital, el futuro de la domótica pasa por establecer un sistema de interconexión común, por métodos que permitan asignar y controlar varios dispositivos desde una sola aplicación y con el teléfono móvil o wearables como mando a distancia.
Las redes sociales: Al parecer, el futuro también nos augura un crecimiento de las redes sociales de temáticas específicas, que tienen como objetivo unir a gente con los mismos gustos, aficiones y necesidades. De hecho, todo apunta a que las redes comenzarán a utilizar formatos más abiertos para poder llegar a un mayor número de personas y, más importante aún, a usuarios semejantes a nosotros. Y no solo esto, sino que también nos relacionará con compañías que utilizarán estos datos para ofrecernos servicios y productos de manera personalizada, algo que ya se está comenzado a hacer.
Hoy en día podemos encontrar numerosas redes
sociales, cada una de ellas centrada en algún aspecto específico (vídeos,
fotos, pensamientos, streamings…), pero podría ser que en un futuro muy próximo
encontráramos una plataforma que aglutinara todas estas herramientas para
ponérselo aún más fácil a todos los usuarios.
Tecnología móvil: Parece que el camino va a ser la conexión directa entre nuestro cerebro y la tecnología, es decir, convertirnos en androides. Elon Musk presentó hace poco su enésimo proyecto, Neuralink, que pretende investigar acerca de las posibilidades de un encaje neuronal que sirva de puerto para conectar el cerebro con un ordenador de forma bidireccional. Y parece que Elon no es el único genio que cree que esto sea posible. A partir de aquí las posibilidades son infinitas, la pregunta no es tanto si será posible sino más bien cuándo será posible.
Domótica: La domótica es un conjunto de técnicas orientadas a automatizar las tareas domesticas. Junto al Smartphone que sigue siendo la llave del hogar digital, el futuro de la domótica pasa por establecer un sistema de interconexión común, por métodos que permitan asignar y controlar varios dispositivos desde una sola aplicación y con el teléfono móvil o wearables como mando a distancia.
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